Puerto Rico se encuentra en una encrucijada. Su economía está pasando apuros y su población se está reduciendo. Sin embargo, sigue siendo la isla más grande del Caribe y uno de los lugares más diversos del mundo. Esta conversación analiza los complejos vínculos entre la isla y los Estados Unidos continentales, desde el papel de la isla en la política exterior de los Estados Unidos hasta los desafíos únicos que enfrentan los puertorriqueños en ambos lados del océano.
Esta conversación explora la historia del activismo puertorriqueño en los Estados Unidos. Ofrece una nueva mirada a las organizaciones que surgieron en respuesta al colonialismo en la isla y a la pobreza y la discriminación en los Estados Unidos. El libro examina las muchas formas en que los activistas trabajaron para crear comunidades para ellos y sus compatriotas. También arroja luz sobre la interacción de estos grupos con movimientos más amplios de derechos civiles en Estados Unidos.
Los autores examinan cómo los puertorriqueños crearon un sentido de comunidad en su país de adopción a través del activismo político y social y las artes cotidianas, incluida la música, los festivales artísticos y la arquitectura vernácula. El libro ofrece un examen amplio de la izquierda puertorriqueña y revela cómo sus ideales se cruzaban con los de las izquierdas negra, gay/lesbiana y blanca.
Durante los tumultuosos primeros años de la migración puertorriqueña a Florida, una parte importante de la población residía en el barrio de San Juan Hill. Aquí, los puertorriqueños forjaron comunidades y participaron en activismo sobre temas como el desempleo, las prácticas de vivienda y el desplazamiento. El barrio también dio origen a una vibrante escena musical que abrió nuevos caminos en el latín y el jazz. arte